¿Cómo responder a una pandemia? Es una pregunta a la que la mayoría de nosotros no hemos tenido que responder en nuestras vidas. En marzo de este año Operación San Andrés, al igual que tantos otros en todo el mundo, se vio enfrentado con esta pregunta. ¿Qué podemos hacer?

Perú ha sido duramente golpeado por COVID 19. Goza del dudoso ‘logro’ de contar con la más alta tasa de muertes por millón de habitantes en todo el mundo, salvo San Marino (aprox. 105 por 100,000 de población, cifra del 19 de octubre 2020). Pero por encima del impacto sanitario, el impacto económico de una cuarentena severa y prolongada es incalculable. Se estima que a fin de año habrá millones de puestos de trabajo perdidos a lo largo y ancho del país y el impacto será más severo en comunidades pobres como Collique en donde no existe apoyo del gobierno para aquellos que se encuentran sin ingresos, o con ingresos muy reducidos.

¿Qué hemos hecho?

Nuestra respuesta ha tenido dos componentes: reinventarnos y proveer de ayuda de emergencia.

Reinventarnos
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Mothers with educational packets at OSA House

Hemos reinventado nuestros programas para poder operar en un mundo de distanciamiento social y reuniones virtuales. Durante la pandemia, nuestro programa de Enriquecimiento Educativo ya no opera en base a clases presenciales en la Casa OSA sino, más bien, la distribución semanal de sets educativos divertidos que los niños pueden trabajar en casa durante la semana. Esta actividad principal es acompañada con concursos de arte y otros y reuniones con los profesores los sábados por la mañana por zoom. Una consecuencia no esperada pero bienvenida es que esta nueva modalidad de trabajo nos ha permitido extender el alcance de nuestro programa a nuevos niños de la comunidad. ¡Pero algunos elementos centrales del programa, como el almuerzo diario, no se pueden realizar virtualmente! Para responder a esta necesidad critica de la alimentación hemos establecido un mecanismo por la cual las familias de nuestros niños reciben un modesto bono mensual que les ayuda en la compra de alimentos. Para muchas familias esta ayuda ha sido fundamental para su misma sobrevivencia.

Nuestro programa con madres y mujeres, sea en el campo de la violencia doméstica o emprendimiento, también se desarrolla de manera virtual. Para suplementar las reuniones regulares para charlas y apoyo mutuo hemos establecido un programa que llamamos OSA Escucha que permite que nuestro personal pueda llegar a nuestras madres y niños por medio de sus teléfonos celulares, y estar disponibles en horarios establecidos para escuchar a quienes están pasando por un tiempo de crisis.

La Iglesia Luz de Esperanza que opera en alianza con Operación San Andrés, al igual que tantas iglesias en el mundo entero, está operando de manera virtual. ¡El Pastor Tito y sus ayudantes ya se han familiarizado con Zoom, Facebook en vivo, y los canales de YouTube! Pero más aún la pandemia nos ha dado la oportunidad de llegar a nuestros vecinos; sea con una canasta de víveres o la distribución de unos mil Nuevos Testamentos, generosamente donados por la Sociedad Bíblica y la Liga Bíblica.

Ayuda de emergencia
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Food delivery for pandemic relief

Frente a la crisis sentimos la necesidad de tratar de llegar a mucha gente fuera de nuestro ámbito normal de influencia, especialmente para proveer de ayuda en alimentación. Un proyecto de emergencia, denominado Covid Collique o CoCo, en el transcurso de varios meses (comenzando en junio) ha provisto de apoyo a miles de los pobladores de Collique. El apoyo ha sido distribuido de dos maneras; canastas de víveres para familias necesitadas (a la fecha hemos distribuido unas 400 canastas), y – muy significativamente – un apoyo mensual a más de 20 ollas comunes que han surgido en Collique a raíz de la pandemia. Estas ollas comunes proveen de un almuerzo nutritivo a unas 2000 personas diarias.

Nuestra preocupación principal has sido ayudar a la gente en su gran necesidad, pero al hacerlo hemos establecido relaciones con asentamientos humanos a lo largo de Collique, especialmente a raíz del apoyo a las ollas comunes. Creemos que estos contactos y amistades establecidos serán de gran ayuda para futuras iniciativas en Collique.

Estamos agradecidos a Dios y a todas las personas que nos apoyan que han hecho posible responder de la manera que lo hemos hecho. Eso dicho, somos conscientes de que aún hay mucho que hacer.

Si quisiera apoyarnos en nuestras acciones, a corto y mediano plazo, haciendo frente a la pandemia y en favor de los necesitados, puede hacer llegar una donación o mandarnos un mensaje.