Se, que los sueños se pueden realizar, cuando somos perseverantes y empezamos dando pasos de fe. Uno de mis sueños es ser una enfermera y trabajar también sirviendo a los niños en mi comunidad.

Empecé mis clases de la carrera profesional de enfermería técnica en el Instituto San Pablo, los primeros días del mes de enero 2016.

Llegué a mi aula de clases por primera vez, con muchas inquietudes y temores. Siempre he sido muy tímida, ese día demoré en llegar a la clase porque me equivoqué de aula. Cuando estuve en el lugar que me correspondía, observé que había estudiantes hombres y mujeres que formaban grupos para tareas posteriores, me quedé paralizada… Dos chicas con una sonrisa me dijeron —¡Ven, que tú serás de nuestro grupo!

Y bien, aquí estoy.

Los cursos que hemos iniciado durante el mes de marzo son, epidemiologia, primeros auxilios, anatomía e inmunología. Cada día nos evalúan de manera oral o escrita, sobre lo que hemos aprendido.

Gracias a Dios estoy respondiendo con buenas calificaciones, y así quiero continuar porque mi familia tiene mucha esperanza en mí.

Mis prácticas calificadas las muestro a la asistenta social de Operación San Andrés, con ella converso sobre mis estudios.

Cuando tengo que hacer mis tareas para presentarlas en el instituto, tengo que realizarlas en computadora, Operación San Andrés me permite ir a la oficina en horarios de la tarde para poder hacer uso de alguna maquina cuando están desocupadas. También he llevado un curso de Microsoft office básico en el instituto, es de mucha ayuda para mí.

Recuerdo cuando estaba en el colegio no podía salir a exponer los temas, porque transpiraba mucho y me trababa al hablar; ahora me siento y me veo distinta, estoy aprendiendo a relacionarme con otras personas; expongo los temas que empiezo a investigar, pero ahora también estoy aprendiendo a exponer mis ideas.

En el Instituto, los profesores son muy motivadores, constantemente nos levantan el ánimo y nos hacen recordar que en un futuro cercano seremos profesionales.

Cuando regreso a casa los vecinos me miran, y dicen —Sheylla está sacando cara por su familia— (una frase que expresa admiración por alguien) cuando ellos me saludan de esa manera, me siento muy feliz y orgullosa de estar logrando mis sueños, porque se, que hay muchos jóvenes que quisieran estudiar y no lo hacen por su situación económica. Sé que debo aprovechar al máximo lo que Dios me da a través de Operación San Andrés.

Muchas gracias, hermanos de Houston.

Con afecto,
Sheylla Luna Mariano