Autor. Luis Campos de 16 años

 

Luis Campos, Age 16El problema crucial de las Barriadas no es único a Lima, sino que existe en las grandes ciudades de todo el mundo. Algunas han casi resuelto este problema, pero Lima está todavía en medio de la lucha contra la pobreza, enfermedad, el vicio y sobre todo la ignorancia.

Este problema, no será, ni puede ser resuelto en uno o dos años. Va a tomar muchas, duras, agotadoras y destrozadoras décadas y solo si las nuevas generaciones se van a poder dedicar a la rehabilitación social, económica y espiritual de estas personas que han sido ignoradas por mucho tiempo.

El problema social es muy profundo y de solución difícil, tiene un contexto profundo de segregación económica, falta de educación, falta de disciplina, enfermedades endémicas, falta de higiene, inescrupulosa explotación que produce sufrimiento y daño de toda clase.

El hambre camina por doquier en las barriadas y nos mira con la cara de niños y jóvenes. Ojalá no se nos olvide la imagen de estas personas y su condición trágica.  

Estos factores y muchos otros se suman a producir de estos jóvenes individuos resentidos y enemigos de una sociedad que teniendo el deber de encaminarlos por el bien se rehúsa a reconocer de su existencia y más aún, de la existencia del deber de ayudarlos. Las prisiones de países con el fenómeno de barriadas están llenas de estos parias.

El problema económico se remonta a la falta de oportunidad. Los vicios y desesperación de la pobreza merman el poco dinero y en corto plazo las personas se encuentran degradándose, mendigando, en ratería y vendiéndose como estilos de vida.

La desmoralización, falta de auto estima y daño al espíritu con que el hombre fue creado, creo yo, son generados por las condiciones de violencia sufridos desde la niñez y cargas demasiado destructivas. Este sentido de derrota (sin opciones para el futuro) crea un profundo vacío en el alma muy difícil de vencer.

El problema espiritual: creo que solo produciendo transformación espiritual se puede resolver la raíz del problema. ¡Démosle Esperanza! Esperanza en el Creador del Universo y la tierra, pero que no tuvo un lugar donde posar su cabeza. Él es quien sabe de pobreza.

Es mi convicción que la labor de un grupo como “Adelante Juventud” puede ser el comienzo de una obra de gran dimensión que puede traer una solución al aterrorizante y trabajoso problema de las barriadas de Lima Metropolitana. “La tierra no tiene problema que el cielo no pueda resolver.”